Ese tiempo que va y viene, ese tiempo que ha dejado de ser besado sobre los labios. Ese tiempo que llevaba entre la canasta de mercado tu nombre ha dado paso a otro, otro que por cierto desconozco y me aún me resulta extraño.
Afuera suenan como siempre las guitarras de los vecinos; la lluvia cae tímidamente como todos los domingos. Mientras imagino seis imposibles…
tu eras el séptimo.
Es imposible que podamos montarnos en un barquit de papel
Es imposible hacer un rosal con origamis que lleven tu aroma
Es imposible retener los supiros
Es imposible dibujar un adiós
Es imposible ver un amanecer y una noche al tiempo
Es imposible que una letra salga corriendo a hacer un desayuno
Es imposible…
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