Deprisa como el correr de una hoja al viento, así caen tus besos sobre mis labios en la mañana. Vienes a comienzo de la tarde entre soledades aun no dichas ni contadas, te conviertes en partes del espacio, del silencio, de un estar de manecilla de reloj que apenas dura.
luego desapareces… deprisa
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