al salir del recreo, en vez de cruzar la puerta que la dirigía hacia el salón de clases, encontro que la puerta se habia transformado en una ventana, que los pupitres tenian patas que se movian como insectos y que la profesora se habia convertido irremediablemente en un elefante del tamaño de una hormiga; de su lonchera salieron tres pedazos de nube, 150 granos de arena verde, 5 toneles de aire sabor azucena y un lapicero que en vez de tinta tenía abrazos…
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