Río Negro

porque un día te besé al lado de un río negro,
porque un día desperté a media sabana de tu voz, me crucé tres cadenas de mosquitos y me escondí entre matorrales,
porque cerré los ojos al saltar al río,
porque no quise dejar de abrazarte en la tarde,
porque caminamos sobre el agua y pequeñas piedrecitas,
porque no tengo razones que aludir…
porque sencillamente quiero vivirte, entre mis letras, mis espacios, mis punticos suspensivos y de paso en uno que otro abismo…

breves y austeras respuestas a una pregunta que hiciste en un mañana
por qué amarte…