Porque en la mañana acompañas el desayuno con sonrisas. Porque en tu mirada reposa la mía. Porque en tu historia escribes mi nombre. Porque los espacios de silencio son reemplazados con suspiros.
Porque tu nombre resuena en mi como la lluvia de primavera. Porque… Al final se me acaban los porqués… Me bastan los suspiros y las sonrisas.
Para LEML
Creo que la mañana y el sol se despierta a eso de las 9 o de las 10; en ese momento es que entre tus ojos veo tu nombre, entre tu nombre veo tu boca, entre tu boca tu suspiro, entre tu suspiro tu piel, entre tu piel tu sonrisa. Y van llegando las horas, el mediodía, la tarde y las onces bogotanas. Van llegando tus regalos de miradas y de historias…
Para LEML
Espacios existen muchos que ahora renombro y releo; y ahora existen espacios que llevan tu nombre, algunos espacios son comunes y corrientes como el espejo de lado a lado del baño, una taza con dibujos de un ratón extranjero, el botón del ascensor, una vía en la ciudad. Existen otros espacios mas etéreos y volubles, esos espacios que ocurren cuando me quedo pensando en tu mirada o sonrisa…
La mañana avanza presurosa e implacable, el sol se asoma por las rendijas del blackout; ella dobla su ropa lentamente y deambula de aquí para allá. Entre e aquí y el allá me la encuentro, su sonrisa y su mirada que se convierten en besos. Escoge su ropa, se cambia, se pone nuevas sonrisas, suspira un par de minutos y mi nombre se va con ella.
como esa posibilidad de que una gota te toque en el parpado cuando comienza a llover, como esa posibilidad de tomarle foto a un rayo, esa posibilidad de un beso secreto; de eso se trata todo o al menos casi todo, de ese posible que se esconde en lo cotidiano, ese posible que puede pasar desapercibido, ese posible de miles y miles de posibles.
Y así… llegaste vos.
A mi me gusta ese momento en que ella se queda mirando el infinito y se pierde de la conversación; me gusta que se vaya sin permiso y su mirada se distraiga con algo del mundo. Me gusta porque en ese instante, esta soñando despierta y yo simplemente la veo.
Volver de la misma nada
Volver para rehacerse, reimaginarse, recrearse.
Volver del ningún sitio, volver y no volver.
Quedarse, irse, dar giros y volver.
En eso me la paso y mientras tanto…
Fue un instante apenas perceptible, de esos que se notan brevemente, como cuando se desparrama la sal al caerse del salero; como cuando se mira el segundero del reloj y parece que gira al contrario; usted estaba alli con tintes de rojo, negro y blanco, estaba con una sonrisa acompañada de conjuros de noche… la he visto tantas veces antes y ahora parece que la veo como sino la hubiera visto, o tal vez hasta ahora me fijo en cómo camina por la vida. Tal vez hasta ahora me detengo sinceramente a ver, a observar, a desentelar y tejer todo eso que es usted. No sé si llego tarde, aunque siempre llego tarde a todo sitio; me da igual, porque al menos esta noche, la soñare por momentos breves.
Con tantas ausencias que tengo, he decidido tomar mi hamaca y dormir para soñar todas las despedidas. Voy a agarrar el corazón y le pondré ojales de colores, buscaré las voces idas para tenerlas cerquita de mi voz. Interpretaré cumbias y joropos pa que lo sueños canten. Así poquito a poco se ilumina el día a punta de canción.
Lo que me gusta de mirarte, es cuando dejo de hacerlo y vos me miras; noto que me miras y que sonríes mientras no te miro. Entonces empezamos a jugar a los ires y venires. Al estar dentro de un no lugar. a mirar sin mirar. A querer sin querer.
Y ambos nos vamos andando por caminos de tierra
ambos nos vamos despidiendo en silencio
ambos nos vamos conociendo sin vernos