y esta el beso dado, aquel que no es solicitado o pedido, solo dado como una puesta de sol, que aparece en mitad de las sonrisas, que puede ser tierno y sutil o apasionado y aventurado; ese beso que te deja un espacio que duele al despegar los labios…
tales besos son raros porque escapan de aquellos que los buscan, ya muchos dudan de su existencia…
pero los he visto…
los he visto
Ella
A la deriva y sin timón, ya no busco puertos y me quedo en el cielo abierto… en ese mar de sonrisas te encontré con un café y una flor…
Un beso no dado
Hace tiempo, hace ya bastante tiempo en mi cabeza, tenia una tristeza entre las manos, tenia unas lágrimas entre una taza de café, tenía un cielo de lluvia sobre el alma… y entonces un beso me fue robado, el alma pareció irse con la mirada… un beso no cura la tristeza… ni son puertos de sonrisas… a veces sencillamente te llenan de mas tristeza.
Aeropuerto
Apenas pasan las 7, la ciudad agitada da otra de esas noches que impiden el pensamiento; los buses parecen dinosaurios gigantes que se mueven torpemente entre el trancon, paran, van, vienen, frenan en seco y aceleran en una vana impresión de estar en un juego de carreras. La lluvia pálida sobre la acera hace subir el frío a flor de piel; las luces rebotan en el camino, y la deseperación por el encuentro hace palpitar el corazón al punto de sentirse cómo la espalda se estrella contra el asiento. El aire solitario pronto será compartido, pero aun el encuentro no se da, las esperanzas se confunden con angustia, el café con cigarrillo da la impresión ilusoria de calma…
Pronto aparece detras de las ventanas algo empañadas una sonrisa, es suficiente, le da sentido al agobio anterior; la respiración se calma, el corazón se estrella ahora con otro similar… la sonrisas ahora es compartida, se toman las maletas… y se espera el siguiente viaje.
Fate
I prefer to defy my fate
Mundo y vos
En ese mundo descentrado, cargado mas de una extraña lógica apareces vos en cada palmo, en cada suspiro y rincón abrupto del sueño; las breves conversaciones matutinas y los quehaceres del día se tornan en ingredientes permanentes de una no-rutina, de una vida no definida; la sonrisa al otro lado del teléfono, las quejas sobre los acontecimientos que van y vienen sin ningún orden. Entonces se avecina ese cambio del orden, del estatus quo, ese cambio que nos negamos una y otra vez por la conformidad con lo ya hecho y dado, como dice Huidobro «Heme aquí al borde del espacio y lejos de las circunstancias», atravesado por ese sabor a vos, por esa sustancia inmaterial de tus palabras, heme aquí con ese sentido de mundo práctico que sos vos…
Heme aquí, sencillamente
queriéndote.
Lecturas, música y esas cosas que suceden…
De fondo escucho la banda sonora de «Eterno resplandor de una mente sin recuerdos», al lado aun reposa un libro de Pamuk aun sin concluir, creo que tengo ahora una diferencia emocional con un personaje, no aguanto que tome ciertas decisiones; lo sigo leyendo con la esperanza que cambie de opinión aunque muy posiblemente no suceda. Luego vienen esos sonrientes recuerdos ahora ya lejanos, como si fueran un postre de este almuerzo lúdico. Finalmente dejo la meditadera que no me lleva a ningún lado, tomo mis libros, mi música y me dirijo hacia una casa cualquiera, a preparar un poco de tinto con panela (curiosamente no para tomármelo yo), salgo a esa no ciudad, a estar en otro estar…
vivir-te
y por allí andaba con esa ganas de vivirla, de sentirla cerca, de adentrarme poco a poco en su vida…
beso
el primer beso aparece como un recuerdo, como un sitio de esos a los que se vuelve cada mañana; tal vez se intento perder en el silencio y la distancia, pero luego se convirtió en sonrisa, en palabras de amanecer, ahora ese recuerdo se postra en mi frente, me acompaña, y me saluda en el atardecer… comienzo a dudar si en verdad es un recuerdo… o algo mas
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