Como cuando llega el barco, y un pequeño se resbala mientras intenta abordar, el agua salpica las barandas y todos afanados corremos a sumergirnos en mitad del agua fría y oscura, todos tiritamos, los colores rojizos de sus mejillas y las pestañas mojadas vibran con el mismo ritmo de los labios. todos nos hundimos lentamente, la voz opacada por las olas, los zapatos cada vez mas pesados, los brazos cada vez mas cansados de no poder llegar a la orilla, la sensación de devolverse con las olas…
todos naufragamos, cada día, cada instante, en cada momento, en cada respiración… el cielo a través del mar es solo otro cielo… azul… azul profundo.
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