Parece entonces que todo vuelve poco a poco a esa rutina extraña de las mañanas, como si brevemente la vida se nos fuera entre los supiros que no contamos; cómo si todo dejara ese sentido buscado debajo de los escritorios de la infancia.
Entonces busco el pozo profundo de Alicia, sé que no estara el señor conejo tomando el té ni corrijiendo su reloj… pero siempre vale la pena buscar a la reina de corazones… despues de todo a vaces encuentras a alguien que te corta la cabeza…
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