Imaginarios y reales, Despertares de atardeceres II

La mañana llega un poco lluviosa con pequeñas gotitas golpeando la ventana, un poco deprisa, con sabor a imaginarios, con tu mirada de sobresabana, con vanos intentos de detener un reloj, con besos sobre besos que disuelven lentamente los despertares imaginarios de atardeceres, llega la mañana con el sabor de tu espalda entre mis dedos…
van llegando esas realidades imaginadas… y al tiempo que se sueñan otras